En Perú, los hijos mayores de 18 años pueden seguir recibiendo pensión de alimentos bajo ciertas condiciones específicas. Según el Código Civil peruano, la obligación alimentaria no cesa automáticamente al alcanzar la mayoría de edad, sino que está vinculada a las necesidades del hijo y a su capacidad de ser económicamente independiente. Este es el caso cuando el hijo se encuentra cursando estudios superiores o universitarios que le impidan trabajar, o si tiene alguna discapacidad que limite su autonomía económica.
Procedimiento y requisitos
Para solicitar o mantener la pensión de alimentos tras la mayoría de edad, se deben cumplir ciertos requisitos. Entre ellos:
- Demostrar la necesidad económica: El hijo debe probar que no puede mantenerse por sí mismo debido a sus estudios o alguna limitación física o mental.
- Justificar la continuación de los estudios: Es fundamental presentar constancias de matrícula y progreso académico. En caso de estudios superiores, también se debe acreditar que estos son razonables y no excesivamente prolongados.
- Solicitud formal: Si la pensión ya había sido otorgada antes de los 18 años, puede mantenerse si se presentan las pruebas correspondientes. Si no existía, debe solicitarse al juez competente.
¿Cuándo cesa la pensión de alimentos?
La obligación del progenitor de pagar la pensión cesa cuando el hijo mayor de edad:
- Finaliza sus estudios superiores en un tiempo razonable.
- Se vuelve económicamente autosuficiente.
- Deja de cumplir con las condiciones previamente establecidas por el juez.
Por otro lado, si el hijo decide no convivir con los padres, esto no necesariamente extingue su derecho a recibir la pensión, siempre que cumpla con los requisitos legales y justifique su necesidad económica
Reflexión sobre la normativa
La ley busca equilibrar los derechos del hijo y las capacidades del progenitor. Por un lado, se reconoce la necesidad de proteger a los jóvenes en formación o con limitaciones económicas. Por otro, se plantea que los padres no deberían estar obligados indefinidamente si el hijo no hace un esfuerzo razonable por ser autónomo.
En conclusión, el sistema de pensiones alimenticias para mayores de edad está diseñado para garantizar un apoyo temporal y justificado, promoviendo la independencia futura del beneficiario.